Pero a finales del siglo XIX, el sistema se hizo mundial.
En todas partes el desarrollo del capitalismo perturbaba las sociedades tradicionales haciendo que la masa obrera y empleada aumentara, como contrapartida, siguiendo el ritmo del desarrollo capitalista.
En la argumentación weberiana, la religión cobra su máxima importancia en cuanto que constituye un elemento sancionador de impulsos irracionales no sometidos a regla alguna.
La consideración marxiana de que la Iglesia ha desarrollado siempre una función legitimadora del poder fue corroborada por él mismo al sostener que la Iglesia luterana había estado íntimamente conectada a la formación y evolución del Estado prusiano.
Desarrolla una teoría sobre como la ética protestante favoreció el comienzo del capitalismo y su posterior funcionamiento.
El capitalismo moderno del que se habla es del europeo-occidental y del americano únicamente ya que se caracterizaban por poseer "ethos" (ética, modo o forma de vida adquirido por el hábito)y un carácter de empresa productiva, racional y eficiente, frente a la búsqueda del beneficio, a costa de la expoliación y el saqueo, que distinguía al capitalista aventurero de la Antigüedad.
Sin embargo, una economía individual puede orientarse de forma distinta en el aspecto capitalista.
Hoy día, en contraposición a los tiempos pasados, mientras las necesidades cotidianas se hallan cubiertas por métodos capitalistas, (las políticas), en cambio, lo son mediante el cumplimiento de los deberes ciudadanos como por ejemplo los deberes militares, obligaciones de los jurados, etc.
[6] En los diversos períodos de la historia, el capitalismo se presenta en forma distinta, pero la satisfacción de las necesidades cotidianas basada en técnicas capitalistas solo es peculiar de Occidente(del que habla Weber), y aun en los países del mismo resulta cosa natural desde la segunda mitad del siglo XIX.
A base de todo lo establecido anteriormente, se entiende por capitalismo moderno un esfuerzo deliberado para obtener una ganancia que haya sido base de una inversión y expansión continua calculada.
En adición, Weber advierte que el origen del capitalismo se basaba en el surgimiento de un nuevo tipo de normas y valores a las que llamó “la ética protestante”.
La acumulación de riquezas se condena moralmente sobre la medida en que incita al lujo y a la pereza.
Los orígenes del espíritu capitalista deben buscarse en aquella ética religiosa que se desarrolló de la forma más precisa en el calvinismo.
El obrero se esfuerza doblemente en su trabajo por obtener un aumento, ya obtenido y fijado no le interesa seguir esforzándose por otro aumento porque esto requeriría más trabajo, pues tiene lo bastante para vivir.
Entonces entra en la mentalidad de que ya ganó lo suficiente para cubrir los gastos acostumbrados.
Que es la aspiración del individuo de continuar su existencia como siempre lo hizo, obteniendo lo necesario para pagar sus gastos y no el ganar más dinero.
Max Weber dice que en el pensamiento y en la acción de los hombres pesan valores, de modo que se deben comprender: la acción racional de acuerdo a fines donde son fundamentales las características racionales; la acción racional de acuerdo a valores donde lo fundamental son los valores sin importar consecuencias; la acción afectiva donde importan los sentimientos, no tanto lo racional; por último la acción tradicional las cuales se realizan de acuerdo a los valores adquiridos por la sociedad y se lleva a cabo un comportamiento social.
Comprendiendo estos conceptos se accede a una mejor comprensión del planteo weberiano.