Es una pieza legendaria y la única de esa época que aún se conserva.
[2] Se trata de un arma blanca, también llamada espada corta, más ancha y pesada que la espada tradicional, aunque menos larga y de un solo filo.
Fue fabricada a mediados del siglo XIX en Alemania, por la firma Luckhaus & Gunther, dentro de la producción de armas que ese fabricante destinaba a la exportación.
Entró a las Américas por el Mar Caribe, descargando en Curazao donde fue adquirida por Eduardo Pérez Fabelo.
[6][7] La espada está decorada con símbolos que se relacionan directamente a la trayectoria militar de Eduardo Pérez Fabelo y a los escenarios de la epopeya zuliana.