La luz láser es útil en estos espectáculos porque permite producir un haz estrecho, lo que permite el uso del escaneo óptico para dibujar patrones o imágenes en paredes, techos u otras superficies, incluso en el humo suspendido en el aire, sin tener que reenfocar las diferencias de distancia, como es común en la proyección de video.
Este haz, inherentemente más enfocado, también es extremadamente visible y suele utilizarse como efecto.
A veces los rayos «rebotan» en diferentes posiciones con espejos para crear esculturas láser.
Una forma menos complicada de propagar el rayo láser es mediante difracción.
Una red divide la luz monocromática en varios rayos y, mediante el uso de hologramas, que son en esencia redes de difracción, el haz se puede dividir en varios patrones.
Algunos láseres de alta potencia también pueden llegar a causar quemaduras o daños en la piel si se dirige suficiente energía al cuerpo humano, a una distancia lo suficientemente cercana y durante un tiempo prolongado.
En algunos festivales o espectáculos se realizan escaneos de audiencia mediante láser.