Espiritualismo literario

En 1887 Emilia Pardo Bazán publicaba su ensayo La revolución y la novela en Rusia, recopilación de diversas conferencias en el Ateneo de Madrid bajo el impacto que le produjo Le roman russe (1886) del Vizconde de Vogüé: Esta insuficiencia atrajo a novelistas españoles descontentos con el Naturalismo que ya habían agotado los temas y recursos del Realismo literario tradicional, como Armando Palacio Valdés, Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas "Clarín", como antes había atraído a Fiódor Dostoievski y León Tolstoy.

La novela rusa, en especial Tolstoy, fascinó a los críticos y escritores españoles: Leopoldo Alas se pasó directamente del Naturalismo zolesco al Tolstoy de Resurrección , y Galdós se convirtió al mismo en su última etapa (Realidad, Nazarín, Misericordia).

Son estos autores los que constituyen el espiritualismo literario español.

También en Francia alumbraba esa corriente, que Leopoldo Alas denominaba "futuro idealismo".

Son personajes cuyo espíritu agnóstico se ve atraído por la belleza de los ritos de la Iglesia y por una seguridad y una fe de la que él carece, referencia matriarcal y abrigo protector frente a la hostilidad social.