Una esquela, a veces también llamado aviso fúnebre o aviso mortuorio, es una nota recuadrada en negro que publicada en un medio de comunicación o afichada en un lugar público, da noticia del fallecimiento de una persona.
Posteriormente, este término derivó hacia el aviso del fallecimiento de una persona alcanzando finalmente el sentido actual, aunque el vocablo aún hoy día también se aplica para señalar cualquier mensaje breve y escrito, tanto impreso como manuscrito, dirigido a una persona concreta o dirigido a un colectivo, y que de alguna forma se entrega o se hace circular.
Si bien con bastante frecuencia los avisos fúnebres, de una u otra forma, están ligados a una religión, o al menos presuponen la existencia de un dios y lo citan implícita o explícitamente, en realidad esto no siempre es así.
Antes de entrar en materia, repasemos las definiciones que da la Real Academia Española.
En definitiva, estos conceptos sin duda son cuasi sinónimos, pues todos ellos se refieren a una nota generalmente impresa (y frecuentemente publicada en uno o varios periódicos y/o afichada en un lugar público) que avisa del fallecimiento de una persona o que se refiere al mismo.
En efecto, un aviso fúnebre se da a difusión el día del fallecimiento de la persona y/o en los dos días que le siguen (casi siempre antes del entierro), y nunca lleva foto; además, el propio texto de ese aviso se elabora por parte de familiares y allegados, a posterioridad del fallecimiento o a lo sumo cuando el mismo se cree inminente.
En la actualidad, además de existir las esquelas en su forma tradicional colocadas en lugares públicos o publicadas en los medios masivos tradicionales como los periódicos, también existe la posibilidad de hacer esas publicaciones en Páginas de Internet especializadas, cumpliendo con las mismas funciones pero adecuándose así a las necesidades y posibilidades tecnológicas actuales.