En la música barroca, Jean-Baptiste Lully fue el responsable de adaptar la ópera italiana a la estética francesa.
[3] Durante este periodo, diferentes obras escritas intentan definir los principios filosóficos de la belleza, participando a su conceptualización.
En él teoriza las características que sirven para definir la belleza, como respuesta al trabajo de otros filósofos como Crousaz, Wolff, Hutcheson y San Agustín.
Entre la segunda mitad del siglo XIX y mediados del siglo XX la estética se constituye en Francia como una disciplina científica pertenecientes a las ciencias humanas, con sus métodos y sus objetos de estudio, en contraste con otros contextos culturales como los de Alemania o Inglaterra.
[6] Como tal, recibe diferentes nombres, entre los que se cuentan ciencia de lo bello, filosofía del arte, estética científica, etc.