El tramo es de vía única y está sin electrificar.
[3] Sin embargo, se quedó muy lejos de conseguir su propósito y apenas fue capaz de construir los primeros cuarenta kilómetros del trazado que estuvieron estancados en Peñaranda.
[3] En 1928 la estación pasó a ser gestionada por la recién creada Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste.
[4] Las instalaciones debieron ser reconstruidas con posterioridad por el organismo de Regiones Devastadas.
Como curiosidad, los trenes con destino Salamanca se prolongan hasta el apeadero de La Alamedilla.