En su diseño sigue un estilo, llamado carrossage, utilizado en los años 50 y 60 que pretendía romper con los esquemas clásicos.
Para ello se optó por cubrir o retirar los omnipresentes azulejos blancos revistiendo las estaciones usando paneles y llamativas molduras coloreadas que abarcaban todo el ancho de la pared.
Enmarcados, los anuncios publicitarios o la señalización lograban destacar mucho más.
Aunque este tipo de diseño fue muy apreciado en su momento, se acabó descartando porque su mantenimiento era costoso y complejo ya que cualquier actuación exigía retirar el revestimiento.
La señalización por su parte usa la moderna tipografía Parisine aunque fiel al estilo carrossage sigue usando como soporte unos paneles en relieve donde el texto aparece en las letras blancas sobre un fondo azul.