La actual estación se convirtió, en el año 2012, en la primera terminal para autobuses que tuvo Miranda de Ebro hasta la fecha.
El edificio finalizó su construcción en 2011, aunque su inauguración y puesta en funcionamiento tuvo lugar en noviembre de 2012.
Sería a comienzos de 2009 cuando dieron inicio los trabajos para hacer realidad la estación.
Entre las polémicas, aparte del retraso en la apertura, estuvo la situación céntrica de la estación, que obligaba a entrar a las líneas que, hasta entonces, realizaban sus paradas en un puntos habilitados en diversas ubicaciones, especialmente en la travesía de la N-I, y que no aceptaban entrar hasta el centro de la ciudad.
El edificio acoge además dos locales comerciales y otros equipamientos específicos para el personal.