La noticia del supuesto origen falso de la estatuilla se difundió en el mercado negro, con lo que su precio y su valor percibido cayeron en picado.
[1] El museo la compró a un marchante neoyorquino llamado Robert Hecht, quien afirmó en su momento que él y su socio George Zakos la poseían desde 1974;[3] el Carlos es uno de los varios museos estadounidenses criticados por exponer arte saqueado.
[4] Los intentos oficiales del Estado griego para la repatriación de la Terpsícore comenzaron en 2007, aunque hasta 2020 los contactos informales entre ambas partes no registraron avances sustanciales.
[5] Se utilizaron pruebas fotográficas para apoyar el caso griego.
[3] Se criticó al Ministerio griego por la lentitud con la que había actuado.