La Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo (BOE nº166, de 12 de julio de 2007) es la norma que regula el trabajo de las personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena.
Figura introducida para dar cobertura jurídica a la realidad social.
La Ley contempla el aspecto de que existen colectivos de autónomos que no desarrollan su actividad con independencia económica del empresario o cliente.
Así se crea el autónomo económicamente dependiente que es aquel en el que el 75% de sus ingresos provienen de un único empresario o cliente.
Recoge la obligación de que todos los trabajadores autónomos tengan que optar por la cobertura de la incapacidad temporal, medida que favorece la convergencia con el Régimen General de la Seguridad Social.