Después de una estancia en México viajó al Virreinato del Perú.
Una de estas obras es El son el mediodía, año feliz y júbilo particular.
Este texto es un poemario compuesto de 18 romances o descansos, un Testamento y un Epitafio.
En la obra, la voz poética despliega una ácida crítica al Virreinato del Perú y en especial a la capital.
El blanco fundamental y más constante del discurso satírico son las mujeres limeñas.