Después consiguió el papel protagonista en el film de Maurice Elvey Mademoiselle from Armentieres, una historia desarrollada en Francia durante la Primera Guerra Mundial.
Fue un gran éxito de público, exhibiéndose en los cines británicos durante varios meses, siendo el film más taquillero del país en el año 1926.
[2] Suele considerarse su mejor actuación la que llevó a cabo en 1927 en Hindle Wakes, bajo la dirección de Elvey.
En 1929 Brody acababa de actuar en el film mudo Kitty, cuando el director Victor Saville decidió volver a rodar la segunda parte con sonido.
Desilusionada con su experiencia en Hollywood, Brody volvió a Inglaterra mediada la década de 1930, pero ya no intentó resucitar su carrera.