Su prolongación en las décadas siguientes es el denominado Estilo Luis XIII.
La segunda escuela de Fontainebleau, todavía activa, no se considera comprendida en el "estilo Enrique IV".
Para la Encyclopædia Britannica, el estilo asociado a este rey se caracteriza por el carácter de este, un hombre con un gran concepto, que no se perdía en detalles.
Como mayor ejemplo de la nueva concepción urbanística quedó la Place des Vosges.
Se recurrió a artesanos flamencos, que se instalaron en el Louvre como un seminario de meilleurs et plus souffisans ouvriers, entre los que estuvo el ebanista Laurent Stabre.