Estructuras sintácticas

En cambio, Hjelmslev y otros lingüistas europeos habían considerado el cálculo generativo como algo perfectamente no psicológico.

Cuando este trabajo se realiza a un nivel satisfactorio, también será posible predecir todas las oraciones gramaticales de un idioma dado: «Gracias al conocimiento lingüístico adquirido, podremos formar, para el mismo idioma, todos los textos concebibles o teóricamente posibles».

Chomsky también afirma que una estrategia recursiva como los bucles cerrados permitiría a la gramática generar un número infinito de oraciones.

Cómo convertir esta idea en una afirmación científica siguió siendo un problema acuciante para la lingüística estadounidense durante décadas.

No obstante, décadas después Chomsky enuncia claramente que las estructuras sintácticas, incluido el objeto como dependiente del sintagma verbal, son causadas por una mutación genética en los seres humanos.

Aun así, al principio tuvo que luchar para publicar su teoría y sus ideas sobre el lenguaje.

Chomsky preparó un manuscrito del tamaño apropiado (no más de 120 páginas) que se ajustaría a la serie.

Esta revisión temprana pero influyente otorgó a Estructuras sintácticas visibilidad en el campo de la investigación lingüística.

Para leer una opinión alternativa que pone en duda si realmente tuvo lugar una revolución, consulte Koerner 2002.

En 1962 se publicó en Moscú una traducción al ruso de Konstantin Ivanovich Babisky, titulada Синтакси́ческие структу́ры (Sintaksychyeskiye Struktury).

En 1969 una traducción al francés de Michel Braudeau, titulada Structures Syntaxiques, fue publicada por Éditions du Seuil en París.

En segundo lugar, un lingüista debe encontrar los conceptos abstractos que subyacen en cada gramática para desarrollar un método general.

Este método ayudaría a seleccionar la mejor estrategia o gramática posible para cualquier idioma en función de su corpus.

Chomsky demuestra los tres puntos usando una oración sin sentido: «Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente».

El lingüista británico Marcus Tomalin declaró que décadas antes Rudolf Carnap ya había sugerido una versión de «Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente».

Como solución, introduce la gramática generativa transformacional (TGG, por sus siglas en inglés), «un modelo más poderoso... que podría remediar estas deficiencias».

Compara las reglas gramaticales con «leyes» que se establecen en términos de «construcciones hipotéticas», como fonemas, sintagmas, etc.

En este nivel superior, los dos elementos se pueden mostrar claramente dando lugar a dos interpretaciones estructurales diferentes.

A continuación, ofrece muchos contraejemplos para refutar algunas afirmaciones lingüísticas comunes sobre la dependencia de la gramática en el significado.

En un examen más detallado del libro, Harris encuentra la argumentación de Chomsky en Estructuras sintácticas «convincente y con múltiples capas».

Para 1965, los lingüistas decían que Estructuras sintácticas había «marcado una era», tenido una «repercusión asombrosa» y creado una «revolución» kuhniana.

Skinner había planteado la adquisición del lenguaje humano en términos de respuestas condicionadas a estímulos y refuerzos externos.

Sostenía que los humanos producen el lenguaje utilizando componentes sintácticos y semánticos separados dentro de la mente.

Informática Con su tratamiento formal y lógico del lenguaje, Estructuras sintácticas también acercó la lingüística al nuevo campo de la ciencia computacional.

Los resultados sugieren que determinadas regiones específicas del cerebro manejan la información sintáctica de manera abstracta.

Esto «[reflejó] una jerarquía en nuestro procesamiento neuronal de las estructuras lingüísticas: palabras, frases y oraciones al mismo tiempo».

Contrario a Hockett, el lingüista británico Geoffrey Sampson pensó que las conjeturas de Chomsky sobre una gramaticalidad bien definida están «[justificadas] en la práctica».

En consecuencia, se da menos importancia a los datos del lenguaje observados empíricamente por terceros impersonales.

En opinión del lingüista británico-americano Geoffrey K. Pullum, Estructuras sintácticas afirma con audacia que «es imposible, no solo difícil» para los dispositivos de estado finito generar todas las frases gramaticales del inglés, y luego alude a LSLT como la «prueba rigurosa» de esto.

Pero en realidad LSLT no contiene una prueba válida y convincente que descarte los dispositivos de estado finito.

Noam Chomsky, autor de Estructuras sintácticas , en una foto de 1977.
Diagrama de árbol de la frase "Colorless green ideas sleep furiously" (Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente)
El modelo de gramática presentado en Estructuras sintácticas , de Noam Chomsky (1957)