En la mitología griega, Etálides (Αἰθαλίδης / Aithalídēs) es hijo de Hermes y Eupolemía,[1] hija de Mirmidón.
[2][3] Etálides nunca olvidaba, gracias a una vara que le había regalado su padre.
[2][3] En esa expedición, por su memoria prodigiosa, hacía de heraldo.
[4] Al final de su vida, el destino de Etálides fue habitar alternativamente entre los vivos y entre los muertos.
[4] Según contaba Heráclides Póntico, Pitágoras, introductor de la tradición de la reencarnación, sostenía recordar sus vidas pasadas: así, sus vidas anteriores habían sido las de Etálides, el argonauta; Euforbo, que peleó en la guerra de Troya; Hermótimo, un filósofo de Clazómenas y Pirro,[5] un pescador de Delos, antes de reencarnarse en Pitágoras.