Para expresarse con su madre utilizaba el dibujo, en su infancia le gustaba jugar con cintas y papeles de colores.
Eudoxia era consentida por su abuelo, Daniel Ordóñez Vintimilla, quien le regaló una pizarra de piedra que poco después se rompió.
[6] En 1953 empezó a asistir como oyente a las clases de Filosofía, Literatura e Historia del Arte que dictaban los Profesores Francisco Álvarez González, Luis Fradejas y Gabriel Cevallos García en la Universidad de Cuenca, respectivamente.
[7] Durante su vida, Eudoxia ha realizado trabajos de cerámica, pinturas en acuarela y óleo.
Empezó a hacer pruebas en aguadas o acuarela sobre papel mojado, luego realizó un Casualismo dirigido sobre bocetos, guiando las gotas y fusionando los colores.
Ahora hace Acuarelas lavadas metiéndolas en un grifo, pues la naturaleza ha sido siempre su principal maestra.
[11] En 1979 obtuvo un Agradecimiento Especial en el III Salón Femenino de Arte celebrado en Guayaquil.
[11] En el año 2011, más por cumplir con leyes y reglamentos que porque así lo sintiera o necesitara ella, debió acogerse a la jubilación y dejar la dirección del Museo, ante el beneplácito de alguna gente que veía en ella un obstáculo para la circulación de otras formas de arte, menos convencionales, más etéreas y ligeras.