Eugen Fink

Al igual que como sucedió con Heidegger, Husserl vio en Fink (como discípulo) la oportunidad de encontrar un sucesor para el proyecto de su filosofía fenomenológico-trascendental del cual era padre y fundador.

Así también, se le encargaría la escritura de la VI meditación, la cual se pretendía fuese anexada al final del libro con el motivo de completar el ya mentado objetivo.

Las más importantes aprehensiones que Husserl tiene respecto a lo planteado en la obra son: 1) Se presenta de forma exagerada la cuestión del "lenguaje trascendental", es decir, el lenguaje al cual recurre el fenomenólogo una vez, luego de haber llevado a cabo la reducción fenomenológica, "vuelve" a la actitud natural a expresar sus resultados; 2) La teoría de los tres yoes (famosa por el artículo de Fink de 1933 publicado en KantStudien "Die phänomenologische philosophie Edmund husserls in der gegenwärtigen Kritik") se radicaliza, distanciando excesiva y problematicamente a juicio de Husserl, el yo trascendental objeto de la fenomenología (yo trascendental directo o anónimo, en la terminología de Fink) y el yo del fenomenólogo (yo trascendental reflejo o espectador desinteresado o trascendental, en la terminología de Fink); 3) Finalmente, Fink plantea que la individuación del fenomenólogo es algo que se pierde cuando nos remitimos a los últimos estratos de la ciencia fenomenológica, cosa que Husserl defiende.

El tomo I consistiría en la versión final de la VI meditación y el II en las reformulaciones hechas por Fink para las otras 5 Meditaciones cartesianas.

El pensamiento de Fink, después de su etapa fenomenológica, es conocido por su aproximación al problema del ser como la de una manifestación del movimiento cósmico en el que el hombre mismo es parte (tal planteamiento se aleja de la fenomenología de Husserl en la medida que Fink no considera posible "desconectar" al hombre mediante la epojé, dado que es él mismo el que la ejecuta).