En diciembre de 1673 recibió la confirmación, figurando ya Eugenio como único nombre y actuando como padrino su hermano Vicente, diecinueve años mayor, con quien iba a aprender el arte de la pintura.
Tras la muerte de su hermano en 1698, del que fue nombrado albacea testamentario, y decepcionado por la ruptura del contrato que tenían con la iglesia de San Juan del Mercado y el desfavorable informe de Antonio Palomino, regresó a Vinaroz.
Contrajo nupcias en 1699 o 1700 con Josefa María Montull y el matrimonio fijó durante algún tiempo su residencia en Albocácer y desde 1709 en la ciudad de Castellón de la Plana en la que abordó diferentes trabajos.
Se le documenta luego trabajando como pintor y dorador en Villafamés en la iglesia de la Sangre, la primera de sus obras pictóricas conservadas, destacando los medallones pintados en la bóveda del presbiterio, en los que demuestra su dominio de las arquitecturas fingidas.
Su hijo Pedro León, también pintor, le ayudó en algunos trabajos de dorado y recibió los útiles de pintura a su muerte.