Los maxilares son desdentados y la mandíbula tiene una gran cresta que apunta hacia abajo.
La cresta es cuatro veces más alta que la parte posterior de la mandíbula.
Dicha sínfisis tiene un perfil superior cóncavo y presenta una gran cresta en la parte inferior, que apunta hacia abajo por al menos nueve centímetros.
La cresta es la más larga con respecto a la longitud de la mandíbula en cualquier pterosaurio conocido.
Debido a que la especie es tan antigua puede indicar un rol para los tapejáridos en la revolución terrestre del Cretácico, un gran cambio en los ecosistemas del Cretácico Inferior en el cual las gimnospermas fueron reemplazadas por angiospermas, las plantas con flor, y nuevos grupos de herbívoros evolucionaron, adaptándose a la cambiante fuente de alimentos.