Fue director y propietario del Sanatorio Bilbaíno.
A su muerte, lo donó a las Siervas de Jesús, que lo regentan actualmente.
[2] Un busto suyo adorna actualmente la entrada del pabellón del hospital destinado a la especialidad de urología.
[3] Además participó en la guerra civil española como sargento[4] en la División Azul.
Una calle fue destinada a su memoria en el barrio del mismo nombre de San Ignacio, en Bilbao, desde la década de 1960 hasta 2017.