Casi toda su trayectoria la vivió en Floresta, luego se radicó en la provincia de Buenos Aires, en Castelar.
Eximio pianista acompañó en distintas ocasiones a Carlos Gardel en sus ensayos.
Por un breve lapso, tuvo su propia orquesta con la que amenizó la Velada y soirée danzante del 24 y 25 de mayo de 1932, en el Club Atlético Vélez Sarsfield.
También junto a Mármol, le puso música al vals Severa Villafañe y La milonga del cuartidor.
Sus últimos años, ya jubilado, los pasó en su casa de Castelar, junto a su esposa, hijos y nietos.