En su primera época pintó principalmente bodegones y paisajes en un estilo relacionado con los viejos maestros holandeses.
Inicialmente, sin embargo, encontró poco reconocimiento en su tierra natal y se le negó la membresía del Estudio Pulchri en La Haya.
Pieters era conocido por su estilo de vida bohemio y viajaba regularmente por los Países Bajos, especialmente a Volendam, que atrajo su atención.
A partir de ese momento, su obra se vuelve más ligera y clara.
Aquí también volvería a pintar principalmente interiores, pero esta vez más claros que en su período de Blaricum.