[1][2] Sewall Wright lo describió como "el caso más claro en donde un proceso evolutivo conspicuo ha sido observado".
Esta supervivencia selectiva se debe a que las aves pueden cazar fácilmente las polillas oscuras en los árboles limpios de polución y a las polillas claras en los árboles oscurecidos por hollín.
Él sugiría esta variación como un ejemplo de la "supervivencia del más apto".
Sin embargo, en una carta a Darwin, Farn explicaba su descubrimiento del melanismo industrial en la Gnophos obscurata.
[15] El melanismo ha aparecido en las poblaciones de polillas moteadas en Europa y Norteamérica.
Se sabe mucho más sobre la disminución subsecuente de la frecuencia fenotípica ya que ha sido medida en lepidópteros utilizando trampas para polillas.
Su disminución ha sido medida con mayor precisión que su aumento porque se están realizando estudios científicos mucho más rigurosos.
Aun considerando los posibles errores del modelo, esto excluye razonablemente el proceso estocástico de la deriva genética porque los cambios fueron demasiado rápidos.
Esto ayuda a explicar la dramática rapidez con que la población cambió al ser seleccionada para la coloración oscura.
Un análisis genético indica que el fenotipo de ambas especies es heredado como autosómico dominante.
También fueron consideradas como fuerza de la evolución las mutaciones aleatorias, la migración o la deriva genética.
[23] Sin embargo, la magnitud de los cambios observados solo puede ser explicada por la selección natural.
Utilizó Selenia bilunaria y Tephrosia bistortata como ejemplares de estudio.
Las larvas fueron alimentadas con hojas que habían incorporado estas sales y la melanina apareció posteriormente.
Sin embargo, el estadista y genetista Ronald Fisher demostró que los controles de Heslop Harrison eran inadecuados.
[25] Esta hipótesis, sin embargo, parecía ser falsificada por los experimentos de cría.
Su experimento principal, en Cadbury Nature Reserve en Birmingham, Inglaterra, incluyó el marcaje, liberación y recaptura de las polilas.
Así, demostró que el fenotipo melánico era importante para la supervivencia de la polilla moteada en un hábitat como ese.
Basándose en sus experimentos realizados entre 1965 y 1969 concluyó que no era posible reproducir los resultados de Kettlewell, y dijo que los pájaros no mostraban preferencia de una polilla en troncos ni oscuros ni claros.
Coyne comparó su reacción con "la consternación sobre su descubrimiento, a los seis años, que era su padre y no Santa quien trajo los regalos en Nochebuena".
Majerus consideró esta respuesta sorprendente y una que no sería compartida por aquellos relacionados al área.
Señaló varias inexactitudes científicas, citas erróneas y desfiguraciones en el artículo pero creía que esto era común en informes de prensa.
Después, ella declaró que los científicos en general mostraban una aprobación de la evolución "crédula y sesgada".
[40][41] Los científicos han examindo las alegaciones de Hooper y encontraron que no tenía mérito.
[17][42][43] Majerus describió el libro como "lleno de errores, desfiguraciones, malentendidos y falsedades".
[45] Concluyó que "Hooper no proporciona un fragmento de evidencia para apoyar esta acusación seria”.
El más grave es que las polillas moteadas en la naturaleza ni siquiera descansan sobre árboles.
"[49] Los argumentos fueron rechazados por Majerus, Cook y Bruce Grant quienes describen a Wells como alguien que distorsiona la imagen para omitir selectivamente o mezclar referencias de manera deshonesta.
Tras mantener correspondencia con Hooper añadió un experimento para saber si los murciélagos, en vez de las aves, podían ser los depredadores principales.
Su conclusión final dice: "Esta información provee la evidencia más directa hasta ahora que e implica el camuflaje y la depredación de aves como las explicaciones primordiales del aumento y disminución del melanismo en las polillas".