Se fundó una misión franciscana en la isla, pero unos años más tarde fue evacuada.
Tahití fue bautizada como "Isla de Amat" en honor del virrey, nombre que todavía aparece en algunos mapas y bases cartográficas.
[1] El objetivo principal era evitar que Francia o Reino Unido se apoderen de las islas disputadas con España y pudieran amenazar al Virreinato del Perú junto al resto de los dominios españoles desde el Pacífico.
[2] En el momento que se desarrollaron, se consideraron un secreto de estado, del mismo modo que anteriores expediciones españolas al Pacífico central y sur,[3] desde el Perú, en el siglo XVI y XVII.
Con el objetivo de averiguar "las maquinaciones de los extranjeros y la situación y estado de los naturales..., atraer nuevas almas a la religión cristiana y nuevos vasallos al rey", finalmente el Virrey Amat decidiría organizar expediciones hacia Tahití, a partir del puerto peruano del Callao, el cual tradicionalmente había sido punto de partida para casi todas las expediciones españolas al Océano Pacífico.
Viajan con ellos los sacerdotes franciscanos Jerónimo Clota y Narciso González.
[16] Finalmente, Francia se anexionaría la isla del virrey Amat un siglo después, en 1880.