Después de entre dos y tres días, los dos grupos desarrollaron espontáneamente jerarquías sociales internas.
Una meta super-ordinada es un deseo, un desafío, un problema o un peligro que necesitan resolver ambas partes en un conflicto social, y que no puede resolver ninguno de los dos grupos por sí solo.
Estas y otras colaboraciones necesarias causaron que disminuyese el comportamiento hostil.
Los grupos se entrelazaron hasta el punto que al final del experimento los muchachos insistieron en volver a casa todos en el mismo autobús.
Los resultados experimentales de Muzafer Sherif, en parte atemorizantes y en parte esperanzadores, muestran cómo los seres humanos son susceptibles al comportamiento hostil del grupo (hostile troop behavior, en inglés), lo cual ha sido observado en chimpancés y en otros primates, y además cómo las relaciones intragrupales se constituyen con suma facilidad.
Cuando una meta super-ordenada se organiza alrededor de un ataque inminente, el fenómeno se conoce como efecto del enemigo común (common enemy effect, en inglés), el cual es visto comúnmente en historias ficticias como la película Independence Day, donde todas las hostilidades y agravios entre naciones enemigas son dejadas de lado cuando una fuerza superior alienígena invade la Tierra.
El «efecto del enemigo común» también tiene una larga historia como herramienta para motivar a que las personas apoyen una causa política.