Expreso de la Krajina

Durante la guerra, participó en las operaciones de Dalmacia, Lika y en el asedio a Bihać.

Para la tracción contaba con una locomotora diésel General Motors EMD (número de serie JŽ 664 - 013), la que se mantuvo hasta 1995.

Tal situación pronto surgió la necesidad de que los vagones estuvieran mejor protegidos y armados.

Al frente del primer vagón se montó un cañón alemán bitubo de 20mm PA top M38.

[4]​ Más tarde, se agregó otro vagón, armado con el cañón tritubo Zastava M55 (también denominado 20/3-mm-M55) y otro de un solo tubo del M-75, ambos en calibre 20 mm.

También se montaron placas de acero adicionales en los vagones en la parte superior, lo que proporcionó a la tripulación protección contra mortero, aunque los sirvientes de pieza permanecieron expuestas al fuego enemigo.

[4]​ Durante 1992, el cañón Bofors fue eliminado y se montó el soviético ZIS-3, calibre 76,2 mm.

[4]​ Su táctica habitual era aparecer repentinamente en un punto preestablecido del ferrocarril, disparar sus armas y retirarse rápidamente.

[4]​ En enero de 1992, un alto al fuego fue firmado entre los crotatas y el Ejército Popular Yugoslavo (JNA).

Después de su finalización exitosa, el Krajina Express regresó a Knin[6]​ La tripulación, cuando no había condiciones para uso del tren, participó en combate como infantería.

Ello lo hizo en la Operación Corredor (Posavina) integrando la Milicia de la Krajina (MUP).

El Expreso de la Krajina fue lanzado por su tripulación por una sección empinada del ferrocarril a toda velocidad terminando descarrilado.

[4]​ Luego de la guerra, la locomotora fue enviada a la empresa ferroviaria croata TŽV Gredelj con otras más capturadas.