El arquitecto Guy Haines quiere divorciarse de su infiel esposa, Miriam, para poder casarse con la mujer que ama, Anne Faulkner.
Posteriormente, Guy se siente consumido por la culpa, mientras que Bruno busca su compañía como si nada hubiera pasado.
Cuando Bruno cae por la borda durante un crucero en velero, Guy se identifica tan fuertemente con él que intenta rescatarlo bajo amenaza de su propia vida.
Guy, sin embargo, se siente culpable y confiesa el doble asesinato al examante de Miriam.
Sin embargo, el detective que había estado investigando los asesinatos escucha la confesión de Guy y lo confronta.
Esta simetría deformada alimenta la atracción homosexual latente de Bruno hacia Guy, que Highsmith insinúa sutilmente sin ir demasiado lejos.
El devastado Bruno — con su seguridad destruida y dándose cuenta de que Guy no lo apoyará ni lo amará — se suicida frente a Guy trepando a una vía de ferrocarril donde un tren que se aproxima lo mata.
Anne convence a Guy para que deje todo el asunto atrás y reanude su carrera en arquitectura.