Frías intentó al menos conseguir la concesión de una propiedad estatal que pudiera producir por arrendamiento un monto cercano a los quinientos pesos anuales necesarios para el establecimiento, pero no tuvo éxito.
[1] Integró la comisión de hacienda que estudió la creación del Banco Nacional y dio su voto al proyecto.
Fue enterrado en Luján pero en 1836 sus restos fueron trasladados al Cementerio de la Recoleta.
[5] En 1817 el estadounidense Henry Marie Brackenridge dejó la siguiente descripción del biografiado: «Mister Frías (66), joven abogado respetable y secretario del Cabildo, era una de nuestras relaciones más agradables; sus maneras eran sumamente pulidas y refinadas y poseía una generosidad de corazón, un calor y vehemencia de sentimiento que demostraban que aunque nacido bajo un gobierno despótico, su carácter se formó en una república.
Derivé considerable información de él, tanto como ayuda en conseguir papeles y documentos.