[1] Al suceder la restauración del trono portugués en 1640, se declaró fiel al rey castellano Felipe IV (III de Portugal) y permaneció en Madrid; el rey lo recompensó ese mismo año con el título vitalicio de Conde de Amares, ya que le fueron confiscados sus bienes en Portugal y tuvo que sobrevivir dedicándose a la pintura.
[2] Escribió casi siempre en español, por ejemplo unas Notas al Nobiliario de Don Pedro conde do Barcelos que llegaron a ser impresas con esa misma obra por su amigo Manuel de Faria e Sousa en 1646.
Se trata en realidad de una novela que hibrida muchos géneros, con algo de miscelánea y novela bizantina, y convierte al sucio y pordiosero Guzmán en un atildado y honrado caballero, peregrino jacobeo, don Juan de Guzmán, deshaciendo la doble genealogía que le dio Alemán.
La primera edición impresa de esta obra la hizo en la Revue Hispanique el hispanista alemán Gerhard Moldenhauer (1927), con numerosos errores; de ella hicieron un facsímil moderno Pablo del Barco y Víctor Infantes.
Hoy en día la mejor y más accesible es la crítica de Rosa Navarro Durán para Biblioteca Castro (2010).