Años anteriores se celebraban estas fiestas el día 8 de septiembre encendiendo velas por todas las casas.
Pero una oleada del río Saône ha impedido que estuviera listo ese día y se efectuara la ceremonia.
También se comenzaron a cantar himnos y gritar «¡Viva María!» hasta altas horas de la noche.
Estos acontecimientos han hecho que estas fiestas adquieran un carácter turístico, el cual atrae a millones de visitantes cada año.
Sin embargo, a pesar del compromiso de Lyon con la tradición, las ventanas con velas siguen siendo una minoría en la actualidad.
Esto se debe principalmente a la parte comercial que ha hecho eclipsar la tradición.
Repartidas en cuatro días a partir de 1992, Lyon ofrece toda la escenografía de la ciudad y muestra luces innovadoras y sorprendentes en los sitios más tradicionales e inusuales.