Fabricio Simeoni

Las limitaciones físicas no le impidieron desarrollarse como periodista, la profesión con la que él mismo se definía.

[2]​ También coordinó talleres literarios que llevó hasta lugares como el Irar y la cárcel de mujeres.

La narrativa llegó en 2008 con La mujer de las cortadas y en 2009 volvió a la poesía minimalista con Episodios del fuego y El prontuario de la luciérnaga.

Después vinieron El libro de filosofía y Sin corset.

Los homenajes y las despedidas se replicaron inmediatamente en las redes sociales para recordar a un hombre "de vida intensa".