[2] La facilitación sirve las necesidades de cualquier grupo que se reúne con un propósito común, ya sea para tomar una decisión, solucionar un problema, o sencillamente intercambiar ideas e información.
[3] La facilitación no pretende orientar al grupo a una decisión específica, ni intenta distraer o entretener.
[7] Este paso inicial, a menudo ignorado por principiantes, es un componente crítico del proceso de facilitación.
En esta etapa, se intenta entender el propósito y resultados esperados de la reunión, al discutirlo con el cliente.
La facilitadora diseña la agenda para soportar el proceso, basado en sus discusiones con los participantes, y en la experiencia profesional de la misma.
La facilitadora puede guiar al grupo para que caiga en cuenta de estas dinámicas perjudiciales, y las intente resolver.