Los padres, Hersch Beznos y Sarah Grenitz, decidieron en 1912 huir de Rusia ante su creciente antisemitismo.
En 1921, Fanny tuvo que abandonar sus estudios y empezó a trabajar como mecanógrafa.
En 1927, se unió al Partido Comunista Francés y también hizo campaña en las filas de las Suffragettes.
[1] Ese mismo año, conoció casualmente a André Breton en el mercadillo de Saint-Ouen-sur-Seine.
[2] Conectaron inmediatamente y comenzó a frecuentar el mundo del surrealismo.
[3] Fue mencionada por Breton en su novela Nadja y en dos de sus cartas a Simone Khan.
[2][4] Al unirse al Partido Comunista y convertirse en secretaria de la Guardia joven, renunció a cualquier actividad profesional alternativa y destruyó todos los manuscritos de su obra poética surrealista además de dispersar sus libros, ya que estaba muy vigilada.
Las listas eran heterogéneas, ya que contenían activistas de la Unión Nacional Flamenca, comunistas, neutrales y auténticos agentes alemanes.
Gracias una arriesgada acción en que pidieron salvoconductos a la Cruz Roja para el matrimonio y otros cinco prisioneros, Fanny y Fernand fueron de nuevo libres.
Estuvo encarcelada en la prisión de Saint Gilles donde asumió el papel de Kalfak, es decir, se ocupaba del reparto de las tres comidas diarias y hacía una cuarta visita a sus compañeros detenidos para recoger los Kübel (cubos higiénicos) gracias a lo que pudo enviar mensajes.