Los fanes del cine, música, videojuegos, cómics, rol, o cualquier otro tipo de subcultura son perseguidos y se han organizado en una Resistencia que se opone al invasor con los conocimientos obtenidos de sus obras preferidas como bandera y guía.
Pero le salió el tiro por la culata, ya que en algunos fanes la mutación cerebral no fue destructiva, sino que les dio unos poderes conocidos como Disciplinas (aunque a cambio de una corta enfermedad llamada "trancazo", y de una enfermiza adicción permanente a comerse la subcultura que les guste): Son los fanpiros.
El fanpiro que haya cometido tal fechoría adquirirá algunos de los poderes que este objeto contiene... a cambio de hacer una faena muy gorda a su propietario legítimo, por lo cual la "blisterización" es un delito muy mal visto entre los fanpiros, aunque muy apreciado por el diabólico Sabadete.
Hay muchos Clubes de fanpiros, según sus aficiones; pero en líneas generales están divididos en dos grandes facciones rivales: Y también hay Clubes que son independientes de estas dos facciones, claro.
Así mismo, cada club fanpírico parodia unívocamente a un clan vampírico, igual que lo hacen las disciplinas.