En la década de 1960 fue inundada por el lago Nasser y ahora sus restos permanecen bajo el agua.
Antes de su inundación, un equipo polaco patrocinado por la UNESCO y dirigido por Kazimierz Michałowski, realizó un intensivo trabajo arqueológico.
Estas pinturas fueron rescatadas y se exhiben en el Museo nacional de Sudán y el Museo Nacional de Varsovia.
Además, se encontraron importantes objetos de cerámica.
En los turbulentos últimos años de la Nubia cristiana, Faras parece haber declinado y el centro administrativo se trasladó a la zona más fácilmente defendible de Qasr Ibrim.