También es típico de este estilo la utilización de material únicamente en los lugares donde es estrictamente necesario, es decir, en aquellos que serán indiscutiblemente vistos, dejando inacabadas las partes que no se enseñan.
Es el punto más singular y que culmina el ángulo del acceso principal.
Tiene adosadas piezas cerámicas en relieve que representan espigas de trigo.
El edificio de la derecha (o lado oeste) corresponde a las oficinas.
El zócalo de piedra almohadillada que proviene del edificio principal también ayuda a unificar el conjunto.
Adosado a la derecha del edificio de vivienda se construyó, más tarde, un almacén.
Adosadas a la izquierda del edificio de oficinas se construyeron, como última realización de Masó, dos naves también destinadas a almacenes diferenciadas del lenguaje que la Farinera utilizaba desde su concepción.
Las cubiertas a dos aguas, con aberturas elípticas en su frontón, denotan claramente la influencia del movimiento vienés.
Se formó en Tarragona, donde acudió para estudiar el sistema Ganz austro-húngaro de molienda.
Alfonso Teixidor fue el director técnico de la empresa durante veintiún años.
Hacia 1910 Alfonso Teixidor contrató al arquitecto novecentista Rafael Masó i Valentí para proyectar y construir una nueva fábrica de harinas en el municipio de Santa Eugenia del Ter.
En los años 1944 y 1952 se llevaron a cabo nuevas ampliaciones de las instalaciones por la parte norte, hasta alcanzar la acequia Monar.
[8] En 1995 comenzaron los trabajos de rehabilitación que finalizaron en el año 2000 y fueron dirigidos por el arquitecto Arcadi Pla i Masmiquel.
El Plan General de Ordenación Urbana de Gerona, aprobado el año 2002, incluyó la mayor parte del conjunto histórico en el Catálogo del Patrimonio Histórico-Artístico, protegiendo sus valores arquitectónicos.