Farlowella curtirostra

La Aguja de los Andes es un pez pequeño cuya apariencia es bastante parecida con las otras especies del mismo género.

Su cuerpo muy delgado, alargado y cilíndrico, semejante a una rama, le ha valido los nombres comunes de aguja, agujeta, palito, lapicero o corroncho agujita.

Su coloración en general es marrón parda, más oscura en el dorso y clara en el vientre, separadas ambas partes por una famosa banda negra lateral que va desde el hocico, pasando sobre los ojos, hasta la cola.

En Venezuela, la Aguja de los Andes es una  especie con una distribución bastante restringida cuyo tamaño poblacional es pequeño.

Debido a que su hábitat enfrenta un continuo proceso de degradación, por lo que se infiere que las condiciones actuales podrían agravarse en el futuro cercano según el Libro Rojo de la Fauna Venezolana está dentro de la categoría En Peligro[2]​ Las amenazas que enfrenta la aguja de los Andes están relacionadas con la alteración de la calidad de las aguas y suelos, tanto altoandinos como del piedemonte, atribuida principalmente a la contaminación por pesticidas y fertilizantes utilizados en labores agrícolas y pecuarias.

Phylum: Chordata Clase : Actinopterygii Orden : Siluriformes Familia: Loricariidae Género: Farlowella Categoría : En Peligro