Cuando era solo un niño fue tomado preso por el ejército sueco junto con su familia entre 1658 y 1660 durante la segunda guerra del Norte.
Años después estudió derecho en Alemania y visitó varias cortes reales.
En un principio trató de restaurar las posesiones perdidas del ducado, pero sus esfuerzos se vieron detenidos por las potencias europeas, en particular Suecia.
Durante el reinado de Federico Casimiro, el comercio y la industria del ducado comenzaron a decaer.
El ducado y Rusia entraron en negociaciones para cooperar mutuamente en contra del Imperio sueco, pero el duque falleció en el invierno siguiente de 1698, a sus 47 años.