De regreso a Buenos Aires trabajó, entre 1935 y 1940, como asistente de los maestros Fritz Busch y Erich Kleiber en el Teatro Colón, completando así su sólida formación profesional.
El prestigio alcanzado en Viña del Mar como músico lo llevó a la capital con frecuencia, estableciéndose definitivamente en Santiago en 1952.
En 1950 se dio a conocer como compositor con ocasión del estreno de sus Dos canciones sobre motivos populares; desde entonces numerosas obras suyas se estrenaron en el país, siendo varias de ellas editadas, grabadas y galardonadas en diferentes concursos y festivales.
Igualmente, fue invitado por universidades norteamericanas a dictar conferencias de su especialidad.
El compositor se siente particularmente atraído por la música destinada a espacios íntimos, y en sus obras, siempre rigurosamente construidas, muestra un eclecticismo que va del tonalismo al serialismo dodecafónico, resultado de sus necesidades expresivas.