Al estallar la I Guerra Mundial, inició su servicio militar, pero pronto fue apartado por problemas de salud.
Además, argumentó que el Ministerio no tenía legitimación procesal en materia de demandas civiles.
Uno de sus mejores clientes era el diplomático y coleccionista americano, Robert Woods Bliss.
[6] Posteriormente ese mismo año, el Príncipe fue mandado a Dachau.
Fueron rescatados por el Capitán Wichard von Alvensleben y recibieron refugio hasta que llegaron las tropas americanas.
El Príncipe esperó hasta junio, para poder estar disponible ante funcionarios americanos en Italia.