En ese mismo concurso, también participó un artista futuro irregular, el jovencísimo Francisco de Goya.
Todavía en Faenza en 1802, en el palacio Milzetti realizó lo que quizás se considera su obra maestra.
Se le atribuye también una Deposición (de Cristo en la tumba) que esta hoy día en la Pinacoteca civica di Forlì.
De entre sus colaboradores principales estaban los modeladores Antonio Trentanove, los hermanos Giovan Battista e Francesco Ballanti Graziani y Gaetano Bertolani.
Tampoco se ha de olvidar mencionar entre sus maestros ideales a Rafael Sanzio (particularmente el de las Logias y del apartamento del cardenal Bibbiena en el Vaticano) y a Polidoro da Caravaggio.