Feminismo ateo

Para los feministas ateos, la participación en una fe es la aceptación de la sumisión al patriarcado y a las acciones antifemeninas de las religiones organizadas.

En las religiones se ha acusado frecuentemente a las mujeres de estar relacionadas con el demonio y la magia negra.

En el símbolo del Yin-Yang, que refleja el equilibrio entre fuerzas opuestas, el lado Yin o energía femenina resulta ser también el lado fértil, oscuro, frío, húmedo, misterioso y secreto: el principio negativo de la naturaleza.

Por ejemplo, la mujer se considera igual que el hombre en la ley islámica (sharia), pero la interpretación -masculina- del Corán ha mantenido a la mujer sometida durante siglos.

Pueden asociarse al feminismo el Neopaganismo, la Wicca, o el culto a las diosas y otras formas de espiritualidad no basadas en la salvación, aunque para el feminismo ateo, solo son otros modos inadecuados de actuar tras renunciar a las creencias patriarcales.