El propio Ferdinand Zecca llegará a ser actor y director del espectáculo.
Realiza para Pathé una primera película sonora, El melómano mudo,[1] acompañando la proyección con el sonido de un gramófono.
En la Exposición Universal de París, donde la empresa cinematográfica tiene su caseta, conoce a Charles Pathé, que lo contrata como realizador.
Acumula los distintos puestos técnicos: actor, guionista, decorador, operador de cámara y director.
Su filmografía, muy variada, reelabora obras que ya han sido éxitos de otros realizadores.
Vuelve de nuevo en 1917 para dirigir el departamento Pathé-Baby, consagrado a las películas domésticas.