No existe un único lugar de exposición para gemas, minerales y fósiles, sino que los vendedores ocupan docenas de localizaciones: muchos hoteles y moteles son ocupados para esta ocasión por profesionales mostrando sus minerales en espacios como habitaciones de hotel, vestíbulos, carpas o jardines.
Esta exposición se ha celebrado anualmente desde 1954 y ahora ocupa los 16.500 metros cuadrados del Centro de Convenciones de Tucson.
Los asistentes a las exposiciones provienen de todas partes del mundo y se trata de público en general, expertos, coleccionistas principiantes, empleados de museos, comerciantes, vendedores e investigadores.
Los vendedores que exhiben en los hoteles y también en la exposición principal deben cerrar sus habitaciones y trasladarlo todo al Centro de Convenciones.
Desde estos modesto inicios, la feria de Tucson se ha convertido en un auténtico gigante que ocupa docenas de hoteles, carpas y viejos edificios que pueden contener minerales, fósiles, etc. incluso se pueden encontrar paradas con minerales a lo largo de ciertas carreteras.