Fernando Gallego Herrera

En el tercer curso de Bachillerato el centro creó un premio a la excelencia estudiantil que le fueron otorgando a Fernando Gallego desde ese año en adelante.

En 1919 el centro le concedió una medalla de oro por su rendimiento y su buen comportamiento.

[3]​ Por sus buenas calificaciones la Escuela de Ingenieros le otorgó el Premio Escalona, que había sido creado por el ingeniero Eduardo Escalona y Casilari y que estaba dotado de 2 000 pesetas.

En 1926 la empresa Materiales y Obras S. A., que había contratado como ingeniero a Fernando Gallego, recibió la adjudicación definitiva de la obra.

Dirigió las obras personalmente en agosto de 1927 del que se conoció como Puente Gallego.

[7]​ En 1927 el alcalde de Villoria, Pascual Casón, le encargó el proyecto para un camino entre Encinas de Abajo y Cantalapiedra que pasase por Villoria.

[10]​ Fernando Gallego planteó la construcción de una carretera y estuvo en contacto con alcaldes, el gobernador civil y, en 1931, con el ministro de Obras Públicas Indalecio Prieto con este propósito.

[12]​ Para este recorrido se usaría el puente construido por Gallego en Babilafuente.

En la década de 1990 se amplió la carretera y el puente fue demolido.

[14]​ Este sistema permitiría abaratar la construcción, ahorrándose, entre otras cosas, el acero corrugado de las armaduras.

[16]​ Fernando Gallego se dedicó a divulgar su idea para cruzar el estrecho de Gibraltar.

[26]​ En junio de 1936 Fernando Gallego estuvo en Ankara para dar conferencias sobre su idea para cruzar el Bósforo.

En 1940 se le acusó de que en 1935 se había afiliado al partido Izquierda Republicana (aunque jamás pagó una cuota a esta formación) y de haber pagado en Villoria a una banda para que tocase La Internacional.

[31]​ Durante la Segunda República, desarrolló varios prototipos de un artefacto volador que lo llamaba "Aerogenio".

La principal ventaja era poder realizar vuelos verticales mediante el uso de aire aspirado, sin necesitar elementos de sustentación o control como planos, hélices o timón.

Foto del segundo prototipo de aerogenio en un artículo del periódico " El Heraldo de Madrid " en 1935.