Hijo de Benito Eugenio Lores Hurtado (limeño) y María Prostasia Tenazoa Vásquez (tarapotina).
Ante el abandono paterno, pasó los años de su adolescencia desempeñando pequeños y eventuales oficios.
Tan así, que se usaba el primitivo sistema de tambores o manguaré para comunicarse entre puestos cercanos.
Iniciado el combate, Lores se destacó en la defensa, corriendo de un lado a otro y disparando su fusil ametralladora sobre el enemigo que avanzaba.
Pese a sufrir numerosas heridas de bala, siguió luchando hasta exhalar su último aliento.