Es venerado como beato en la Iglesia católica, cuya fiesta celebra el 13 de julio.
Su ministerio lo ejerció predicando en las misiones populares, en el acompañamiento o dirección espiritual y enseñando italiano y latín en el Seminario de Finale Emilia.
[2] Como párroco se dedicó de manera especial a la predicación.
En 1867, afectado por una afonía, se dedicó con mayor intensidad a la dirección espiritual y al sacramento de la reconciliación, pasando varias horas en el confesionario.
Solicitó la participación de los laicos en la vida parroquial, logró la colaboración de jóvenes voluntarios para ayudar a familias pobres, asistir en el servicio litúrgico y apoyar en la educación a la mujer.