Durante la Primera Guerra Mundial, el príncipe de Urdino sirvió en la Marina Real Italiana como capitán de un destructor naval.
Posteriormente, conseguiriía el rango de almirante y llegó a ser comandante del Adriático sur.
Al año siguiente, falleció su padre y él lo sucedió como III duque de Génova.
En 1938 se casó con la condesa María Luisa de Alliaga-Gandolfi.
Falleció en Bordighera en 1966, diecisiete años después de abolida la monarquía italiana.