Fidel Maíz

Siguió sus estudios superiores en la Academia Literaria, bajo la supervisión del maestro Marco Antonio Maíz, su tío.

De esta manera, no bien llegado a Asunción, el padre Fidel Maíz empezó las gestiones para reencauzar su vida.

Al día siguiente, contestó la censura con una carta bastante dura y prácticamente se declaró en rebeldía.

Cuando la mayoría de las iglesias se le cerraron, apareció el presbítero Blás Duarte, cura de San Roque, quien le ofreció acompañarlo en el púlpito en la misa en honor del patrono del Paraguay, San Blás.

Por esto, y para evitar nuevos conflictos y la posibilidad de una maniobra extranjera, el padre Moreno designó como sucesor, mediante un documento, al padre Maíz, hasta tanto Roma se expidiera nuevamente sobre el asunto.

Permaneció allí algún tiempo pero, ante la posibilidad de que actos suyos fueran mal interpretados, solicitó su traslado a su pueblo natal Arroyos y Esteros.

Allí comienza una larga etapa en la vida del padre Fidel Maíz durante la cual trabajó por su comunidad creando, entre otras cosas, una escuela para los niños de la zona.

Con mucho tacto se encargó de recordar que al comienzo de la guerra, él se encontraba preso por lo que no había tenido ni había podido tener ninguna relación con las decisiones políticas, diplomáticas y militares adoptadas por el entonces gobierno paraguayo.

Fidel Maiz en su juventud